La AMPA denuncia la irresponsabilidad de las autoridades ante el inicio del curso

Hacemos pública nuestra indignación ante las actitudes y acciones de las autoridades y nos solidarizamos con el profesorado

La Constitución Española, en su Artículo 27 dice que Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.

Por otro lado, el Artículo 43 defiende que Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios.

Desgraciadamente, en los últimos días hemos podido constatar que nuestros poderes públicos no nos han defendido. Y no lo han hecho en una de las situaciones que más indefensión puede provocar en la población, como es una pandemia mundial.

Desde la Junta Directiva de la AMPA del Colegio Rufino Blanco estamos en disposición de mantener que ha habido una total falta de previsión ante el comienzo de curso, agravada por una mínima atención a las necesidades educativas y sanitarias que las autoridades han demostrado. Esa falta de previsión se ha tornado en precipitación cuando estas autoridades han visto a última hora que no habían tomado las medidas adecuadas a lo que se sabía que iba a ocurrir. 

A continuación, nos gustaría explicar con datos por qué defendemos esta afirmación:

El pasado 10 de julio la asociación registró en la Dirección Provincial de Educación de la Junta de Castilla y León un escrito mostrando nuestra gran preocupación e incertidumbre porque el Centro había recibido más de 60 solicitudes de nuevo ingreso en primero de Infantil, y considerábamos que mantener la ratio de 25 alumnos por clase era una irresponsabilidad al haber centros cercanos con menos de 30 solicitudes.

Como no obtuvimos respuesta, y tras constatar que, no solo se habían aceptado todas las solicitudes para el curso de primero de Infantil, sino que en los cursos superiores en los que había una o dos plazas libres, se habían cubierto, el 18 de agosto registramos un nuevo escrito, exigiendo respuestas y soluciones a la Dirección Provincial.

El 31 de agosto, el director provincial de Educación llamó a la presidenta de la AMPA informándola que desde la Dirección Provincial habían puesto todos los recursos necesarios para garantizar la salud del alumnado de nuestro centro, y para ello habían desdoblado los tres cursos de Infantil y el curso de 1º de Educación Primaria. Así mismo le dijo que la Dirección Provincial había buscado esta solución porque “no se podían cambiar las reglas a mitad de partido”, refiriéndose a que no se podía quitar a las familias el derecho a matricular a su hijo o hija en el centro que hubiesen elegido. Desgraciadamente, la Dirección Provincial ha cambiado esas reglas a cada minuto de partido.

Ese mismo día, la presidenta de la AMPA participó en el Consejo Escolar, en el que la Dirección del Centro presenta el protocolo de actuación frente a la COVID para el curso 20/21, que se envió a la Dirección Provincial el 17 de julio y que había sido aprobado. En este protocolo se exponían entre otras medidas, el desdoble de los grupos de Infantil y primero de Primaria. La AMPA realizó sugerencias de mejora y su presidenta pasó al equipo de coordinación COVID.

El 2 de septiembre, la Junta de Castilla y León aprueba una adaptación al protocolo de 19 de junio, en particular para hacer obligatorio el metro y medio de distancia además del uso de mascarilla, salvo en Infantil y 1º de Primaria, donde se crearán los «grupos estables de convivencia», de los que la Consejera de Educación ha reiterado una y otra vez (la última a día 7 de septiembre), que con carácter general, el 90% de las aulas no supera los 22 alumnos, aunque hay alguno puntual de 23, el propio equipo ha considerado que no afecta. Ese máximo estadístico de alumnos lo han utilizado para la tomadura de pelo que ha supuesto establecer el máximo normativo de entre 22 y 25 alumnos por aula, en lugar de «retratarse» reconociendo que admitían hasta 25 alumnos, pese a que las primeras recomendaciones de expertos, que fueron contestadas por muchas comunidades autónomas, eran claramente de 15-20 alumnos.

El 3 de septiembre, dos inspectores de Educación acudieron al centro y ordenaron que, conforme a la nueva adaptación del protocolo, 2º, 3º, 4º y 6º de Primaria debían desdoblarse porque no se cumplía el 1,5 metro distancia. El Colegio informa a la AMPA y queda a expensas de que le den la solución desde la JCyL. Entre tanto, solicita espacios municipales, como el Centro (antiguo colegio) Luis Vives, para poder desdoblar todos los grupos necesarios.

El domingo 6 de septiembre, el director provincial de Educación y tres inspectores, acuden al centro e indican a la directora que, según el protocolo, los desdobles los tiene que hacer en 2º, 3º, 4º y 6º de Primaria, y no en 1º de Primaria ni en los tres cursos de Infantil. Por suerte, los profesores asignados (por titulación) pueden pasar de Infantil a Primaria. El Colegio busca dos espacios nuevos para desdoblar 1º y 2º de infantil. La directora insiste en poder utilizar aulas fuera del colegio, y más aún después de que el día 4 de septiembre el Ayuntamiento de Salamanca ofreció a todos los centros escolares instalaciones para poder descongestionar los colegios. El Director Provincial indica que la Junta de Castilla y León no permite sacar aulas a otros espacios que no sean los escolares.

La Dirección del colegio comunica a la AMPA todos estos cambios el 7 de septiembre.

Durante los meses de agosto y septiembre, todo el claustro de profesores ha estado adaptando físicamente los espacios, materiales… haciendo horarios, grupos, desdobles. Todo este trabajo saltó por los aires el día 7 por la mañana, y hubo que cambiar todo el trabajo hecho hasta el momento así como reorganizar, 48 horas antes del inicio del curso, el funcionamiento del colegio entero.

La Junta Directiva de la AMPA ha echado una mano incluso en la adaptación física de espacios y mobiliario.

A la vista de todo lo ocurrido, esta Junta Directiva quiere DENUNCIAR:

Que no es razonable que, además de la incertidumbre generada desde las autoridades entre toda la comunidad educativa, se desprecie todo el trabajo que ha realizado el equipo directivo y el conjunto del profesorado del centro, cambiando continuamente los protocolos, dotándoles apenas de ningún recurso, y obligando al profesorado a dedicar días festivos y horas fuera del trabajo para atender a las necesidades de los niños y niñas, para que luego parte del trabajo tengan que rehacerlo en 48 horas.

Es incomprensible que se decida «condenar» a «grupos burbuja» de hasta 25 alumnos, con una edad donde el contacto es inevitable y la mascarilla no es de uso obligatorio, a aumentar el riesgo de contagio y multiplicar el número de personas en cuarentena. Según parece, se priman intereses económicos a los sanitarios, con una mentalidad cortoplacista, sin prever las consecuencias a medio y largo plazo de no reducir los grupos susceptibles de confinarse o no aumentar los medios personales y materiales, un aumento que solo puede redundar en futuras mejoras educativas que revertirían a medio y largo plazo en la salud y economía del país.

Exigimos una explicación por la que se impida utilizar espacios que desde el Ayuntamiento se han cedido, y que no se aproveche la oportunidad para dotar de más personal docente no solo para garantizar la seguridad de todos sino para reforzar la financiación de la maltrecha educación pública.

Creemos que ante tanta improvisación y prisas (que exponemos con datos reales, a pesar de que desde la Dirección Provincial y la Consejería de Educación se intente defender en los medios que en ningún colegio se incumplirá la distancia de seguridad), hubiera sido más razonable retrasar o escalonar el comienzo del curso en Educación Infantil y Primaria, y así preparar bien las medidas, espacios, protocolos, en lugar de dejar a los colegios la responsabilidad de ejecutar todo en apenas 3 días laborables.

La Junta Directiva de la AMPA quiere hacer pública su indignación ante estas actitudes y acciones por parte de las autoridades educativas, y se solidariza con el equipo directivo y el claustro de profesores del colegio.

Creemos que las familias (además de las personas mayores) han sido las grandes abandonadas en esta pandemia, y que sufrimos el chantaje de tener que “tragar” con todo sabiendo que nuestra única opción es ahora mismo (y nos han abocado a ello) llevar a nuestros hijos e hijas al colegio, aunque sea sin ninguna medida de seguridad y sobre todo, con una pérdida total de confianza en nuestras instituciones, esas dirigidas por personas a las que votamos para que cumplan, entre otros, los artículos 27 y 43 de la Constitución. Esas que cuando las cosas se pongan mal (que lo harán), volverán, como en marzo, a pedir a las familias que arrimen el hombro.

Entendemos que, a partir del día 9 de septiembre, la responsabilidad de estos grupos «burbuja» que esta Junta Directiva ha rebautizado como grupos «bomba», y de todo lo que ocurra en el centro derivado de la improvisación de medidas de seguridad, será de la Dirección Provincial, la Consejería de Educación y, por tanto, de la Junta de Castilla y León.

Junta Directiva de la AMPA del Colegio de Educación Infantil y Primaria «Rufino Blanco»

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